Este curso tuvo lugar en Marzo del 2022, y tuvo una duración de 4 horas síncronas (24 y 29 de marzo) mediante la plataforma online Teams, más formación asíncrona a través de PoliformaT. Curso realizado por la UPV (ICE).
Profesorado
Tuvimos la suerte de tener a la profesora Beatriz Serra Carbonell como docente en este curso.
Descripción de la actividad
Este curso se ha centrado sobre todo en aprender a distinguir entre aprendizaje activo y aprendizaje constructivo, y a saber diseñar actividades que supongan un aprendizaje no solamente activo sino también constructivo. En la primera sesión síncrona mantuvimos un debate acerca de este tema, y la profesora nos resolvió las dudas que teníamos al respecto. Conluímos que todo aprendizaje es activo, pero no todo aprendizaje activo es constructivo.
El material se nos entregó en formato online a través de una Lesson muy completa en PoliformaT. Con estas lecturas pudimos reflexionar acerca de la importancia de pensar en el estudiante como centro de nuestras clases, y en pensar que no porque yo enseñe significa que el estudiante aprenda.
Puede que lo que más me resultó revelador fue el ejemplo del perro:
Con esta anécdota te das realmente cuenta de la diferencia entre enseñar y aprender.
Palabras clave
Metodologías activas, aprendizaje constructivo, aprendizaje activo, aprendiszaje eficaz
Valoración Personal del Curso
- ¿Qué he aprendido? La verdad es que este curso ha sido interesante porque nos ha puesto el foco en el estudiante y en lo que hace en el aula, y no en lo que nosotros hacemos y preparamos para el aula. Al principio sí que tenía una concepción más o menos adecuada de lo que es un aprendizaje activo y en lo que significa centrarse en el estudiante. Incluso se ha incluido en la Lesson la cita de Benjamin Franklin que tanto asocio con mi forma de entender la docencia (la tengo incluida en mi filosofía de enseñanza). Con el artículo de Freeman et al (2014), comprobamos que, en efecto, el aprendizaje activo es beneficioso para estudiantes de ciencias y tecnologías, y como reto me planteo testar esto mismo pero con el aprendizaje de segundas lenguas.
- ¿Lo considero un desafío intelectual? Por supuesto, por múltiples motivos. Uno, lo dicho en la línea anterior: testar los aprendizajes activos y constructivos en el aula de idiomas. Esto me plantea el desafío de revisar una por una todas las tareas programadas, modificarlas, y establecer un timing correcto (decidir cuáles rediseñar como constructivas y cuáles dejar como estan, para lidiar con el tiempo limitado que tenemos durante el curso). Dos, considero lo aprendido como desafío intelectual porque mi centro de atención debe estar en lo que el estudiante aprende, y no en lo que yo enseño. Esto, imagino, supondrá un sobreesfuerzo a la hora de asegurarse de que los alumnos estén implicados y comprendan lo que hacemos en el aula. Por lo tanto, el contenido deberá llevarse a la práctica, y el profesor debe aprender cómo realizar esta transición y cómo evaluarla.
- ¿Es aplicable a mis asignaturas? Sí, intrínsecamente además, puesto que el dominio de una lengua implica comunicación activa y construcción autónoma, de forma paulatina, del discurso.
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